domingo, 16 de noviembre de 2014

REFERENCIAS



Bello, S., Flores, A.C. & Bello, M.S. (2008). Tratamiento farmacológico del tabaquismo. Revista Chilena Enfermedades Respiratorias. 24: 127-137.

Camarelles, G.F., Salvador, L. T., Torell, J.M.R., Córdoba, G.R., Jiménez, C.R., López, G.V., Villalbí, H.J.R., Planchuelo, S.A., Sánchez, M.J., López, A.(Marzo, 2009) Consenso sobre la atención sanitaria del tabaquismo en España. Revista Española Salud Pública. 83(2). Pp. 175-200.

Carmo JT et al. (Agosto, 2005). La evolución del concepto de tabaquismo. Revisao Review. 21(4). Pp. 999-1005.

Sendra-Gutiérrez, J.M., et al. (2012). Tabaquismo y trastorno mental grave: conceptualización, abordaje teórico y estudios de intervención. Revista de asociación Española de Neuropsiquiatría. 32(116). Pp. 707-722.

Becoña, E. (1998). Abuso del tabaco. En F.X. Méndez y D. Maciá. (Comps). Modificación de Conducta con Niños y Adolescentes. Madrid: Ediciones Pirámide.


Salazar, T., Varela, T., Lema, L. Tamayo, J. y Duarte, C. (2010). Evaluación de las Conductas de Salud en Jóvenes Universitarios [Versión electrónica]. Salud Pública. 12 (4), 599-611. Recuperado el 14 de noviembre de 2014, de http://www.scielosp.org/pdf/rsap/v12n4/v12n4a07

Becoña, E. y Vázquez, F. (1997). La evaluación de la conducta de fumar [Versión electrónica]. Psicología Conductual, 3 (5), 345-364. Recuperado el 14 de noviembre de 2014, de http://www.funveca.org/revista/PDFespanol/1997/art02.3.05.pdf

 

sábado, 15 de noviembre de 2014

EPIDEMIOLOGIA DEL TABAQUISMO

En el mundo existen más de 1250 millones de fumadores (2010), lo que representa aproximadamente un tercio de la población mayor de 15 años. Por sexos el 47 % de los hombres y un 11 % de las mujeres en este rango de edad consumen una media de 14 cigarrillos por día, lo que supone un total de 5827 billones de cigarrillos al año. El 74 % de todos los cigarrillos se consumen en países de bajo-medio nivel de ingresos (Banco Mundial) (hay que tener en cuenta que la mayor parte de la población mundial vive en países de bajo-medio nivel de ingresos). Tanto para hombres como para mujeres, el segmento de edad en la que fuma mayor proporción es el comprendido entre 30 y 49 años.

Las mayores prevalencias mundiales se encuentran en Vietnam, Chile, parte de África y República Dominicana en hombres (73, 68 y 66 %, respectivamente), mientras que Dinamarca y Noruega la presentan en la población femenina (37 y 36 % respectivamente).[cita requerida] Por su elevado volumen poblacional, China, India y la Rusia son las que agrupan la mayor parte de fumadores del mundo.
En la Unión Europea existe una reducción progresiva del consumo, se mantiene la mayor prevalencia en hombres que en mujeres, excepto en Suecia, donde el consumo es algo mayor en mujeres (22 % hombres, 24 % mujeres). La mayor proporción de fumadores se encuentra en los países mediterráneos.[cita requerida] La prevalencia en España a todas las edades (2003) es del 36 % de la población.


En México se estima que mueren diariamente entre 123 y 165 personas debido a haber consumido tabaco, lo que convierte a esta adicción en un grave problema de salud pública. Además de la magnitud de la epidemia deben agregarse los costos elevados consecutivos al consumo de tabaco, en particular en países en vías de desarrollo. Estos costos incluyen los de la atención de las enfermedades secundarias al tabaquismo, la muerte en edades productivas y la disminución de la productividad en los enfermos, entre otros. Sin embargo, el panorama es aún más sombrío al considerar la relación estrecha entre el tabaquismo y la pobreza, ya que de acuerdo con la OMS, las familias de escasos recursos ocupan hasta 10% del gasto familiar para adquirir tabaco, lo que a su vez modifica la dinámica familiar al disponer de menores recursos para la alimentación, la educación y la atención a la salud.


ESTRATEGIAS Y PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN




“Cuanto más temprano se adquiere el hábito más difícil es luego el abandono de los cigarrillos” (Ahston y Stepney, (1982), en Becoña E.(1998) p.2).

Debido a que cada vez es más joven la comunidad fumadora debe existir un gran interés en fomentar programas de prevención en diferentes espacios públicos como en escuelas, presidencias (dirigido a toda la comunidad), para esto es necesario realizar campañas en medios masivos.
“quienes empiezan a fumar a edades tempranas, tienden a hacerse fumadores severos. Además, el inicio temprano del consumo de tabaco, principalmente antes de los 13 años, incrementa significativamente las probabilidades de consumir otras drogas como la mariguana, los inhalables o la cocaína.” (Calleja N., p.2)

Sin embargo la aplicación de estos programas de prevención hasta la fecha no han tenido el resultado deseado por lo que debemos poner más énfasis en los tratamientos aplicados a fumadores, actualmente hay programas también para la prevención de la recaida y para buscar variables predictivas que aseguren el éxito del tratamiento. 

Generalmente las personas que quieren dejar de fumar lo hacen por problemas de salud o por cuestiones económicas. Las estrategias para dejar de fumar han aumentado desde el 2001. TSN (Terapia de Sustitución de la Nicotina) es la estrategia principal para dejar de fumar aunque existe gran variedad, la autoayuda, por ejemplo, es una alternativa de bajo costo pero con poco índice de efectividad.

 Basándonos en anécdotas, gran porcentaje de fumadores ha tenido cuadros depresivos antes de comenzar a fumar, por ende al dejarlo existe la posibilida

d de recaer en estos cuadros, sabemos que los antidepresivos también pueden jugar un papel importante en estas intervenciones, aunque siempre debemos tener en cuenta los importantes efectos secundarios. La terapia individual al ser una intervención comportamental, tiene resultados favorecedores. Terapia grupal es una buena opción ya que es un factor social, pero depende el grupo al que se le aplique y que otros tratamientos lo apoyarán. Existen también los chicles y parches de nicotina (TSN), estos se aplican en diferentes cantidades y algunas ocasiones no logran su objetivo. En pacientes hospitalizados, prequirúrgicos y/o con enfermedad coronaria hay un mayor grado de eficacia en la aplicación de los tratamientos. Existen también tratamientos alternativos como la acupuntura en china, estos se consideran obsoletos para la generalidad.

La RGINA (Reducción Gradual de Ingestión de Nicotina y Alquitrán) consiste en reducir la cantidad de nicotina y alquitrán gradualmente, esto cambiando la marca de los cigarrillos fumados.
En todos los tratamientos tienen tanta importancia los factores de dependencia farmacológica como los de conductual y las creencias sociales al momento de aplicar un tratamiento pueden funcionar como ayuda o como un obstáculo. En algunos casos es conveniente apoyarse de dos personas cercanas al paciente para que lo motive y para llevar una bitácora conjunta a la del paciente. En promedio un tratamiento rápido y eficaz tarda 8 semanas en llevarse a cabo, sin duda al llegar a la abstinencia de tabaco, hay que dar seguimiento al paciente por aproximadamente un año.

viernes, 14 de noviembre de 2014

TIPOS DE EVALUACIÓN

Un tema que siempre resulta polémico en torno a la medición de problemas de adicciones en las personas, es la evaluación. Qué aspectos considerar al momento de evaluar la condición de un individuo es el meollo del asunto; y es aquí donde surgen las diferencias entre evaluaciones.

Salazar (2010) señala que “aunque en los diversos modelos sobre la salud se plantea que, el estilo de vida incluye entre sus componentes las creencias, las expectativas, los motivos, los valores y las conductas que mejor representan o describen un modo de vivir, empíricamente, sólo se ha demostrado que son las conductas las que tienen una influencia directa en la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas” (p. 600).

Según Salazar (2010) hasta la fecha se han publicado muy pocos instrumentos de evaluación en español, y estos no están tan enfocados en las adicciones, sino más bien evalúan el estilo de vida en general. Uno de ellos es el “Perfil del estilo de vida promotor de la salud para hispanos” (Spanish – Language Health – Promoting Life Style Profile – HPLP – Hispanics), con seis dimensiones: nutrición, actividad física, responsabilidad con la salud, manejo del estrés, relaciones interpersonales y crecimiento espiritual. Otros instrumentos son el “Cuestionario de prácticas y creencias relacionadas con estilos de vida” y la “Encuesta sobre factores del contexto relacionados con el estilo de vida”, que evalúan condición, actividad física y deporte, recreación y manejo del tiempo libre, autocuidado y cuidado médico, hábitos alimenticios, consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y sueño. Por otro lado, en los instrumentos de evaluación de habla inglesa se encuentran aspectos que se consideran relevantes para la salud y evaluación de adicciones. Entre estos están: el "Cuestionario para la evaluación del estilo de vida" (Life Style Assessment Questionnaire), que mide conductas como fumar, hacer ejercicio, manejar el estrés, nutrición y conocimiento de sus propias medidas físicas (e.g., pliegue cutáneo, presión sanguínea y colesterol) y su fiabilidad es de 0,9; el "Cuestionario de estilo de vida" (Life Style Questionnaire) que evalúa el consumo de alcohol, tabaco, medicamentos, cafeína y drogas no medicadas, aunque de éste no se conocen sus propiedades psicométricas; y el "Perfil del estilo de vida promotor de la salud II" (Health-Promoting Life Style Profile II, HPLP-II) que incluye las dimensiones mencionadas anteriormente en la versión en español y cuyos niveles de fiabilidad están entre 0,7 y 0,9, y de 0,9 para la escala total (p. 601).



A diferencia de Salazar, Becoña (1997) afirma que en la actualidad existen diferentes tipos de medidas para la evaluación del tabaquismo. Entre todas ellas se encuentran las siguientes:

a) Evaluación conductual y topográfica de la conducta de fumar. Hace uso de autorregistros, en donde el fumador evalúa su conducta de fumar, y  de la topografía de la conducta de fumar, donde se analizan las distintas respuestas que se llevan a cabo al fumar cigarrillos.

b) Escalas y cuestionarios. Los más importantes y útiles son: Historia de fumar, Estadios de cambio, Cuestionario de la motivación a fumar, Escalas de dependencia de Fagerströn, Escalas pros y contras de fumar, Escalas de personalidad y Escalas de autoeficacia.

c) Medidas fisiológicas. Hoy en día son las más usadas en cualquier estudio relacionado con la conducta de fumar. Estas medidas son las siguientes: Monóxido de carbono (CO) y carboxihemoglobina (COHb), las pruebas pueden ser en sangre o en el aire espirado; Tiocianato (SCN), con esta medida puede categorizarse correctamente al menos al 90% de los fumadores adultos habituales; Nicotina, la evaluación se puede hacer en sangre, saliva y orina; y Cotinina, las evaluaciones se han hecho en la sangre, siendo un método altamente fiable que permite marcar el estatus de fumador y la cantidad de cigarrillos que consume.


Las evaluaciones son el preámbulo de cualquier tratamiento o estudio al querer tratar cualquier tipo de adicción. Es importante, antes de realizar cualquier intervención en las personas adictas, conocer los elementos fisiológicos, psicológicos y sociales que mantienen la conducta de fumar en cualquier individuo; y es la evaluación la que nos permitirá obtener los datos necesarios para el logro de los objetivos.


jueves, 13 de noviembre de 2014

ETIOLOGÍA DEL TABAQUISMO



Alteración conductual crónica con factores de altos riesgos genéticos y ambientales. La base psicológica de la dependencia es la adicción a la nicotina. Las causas de esta adicción tienen mucho que ver con las ideas preconcebidas a través de los medios de comunicación (televisión, publicidad, etc.)

El inicio de la mayoría de fumadores suelen tener condicionantes sociales como el reconocimiento, aceptación, transgresión de las prohibiciones, etc.



A demás pueden encontrarse motivos de carácter psicológico, tales como el placer que produce fumar, la relajación y concentración. También se le atribuyen ciertas propiedades terapéuticas, como antidepresivo o calmante de ansiedad.

Las causas de adicción a la nicotina suele realizarse por etapas. El primer paso es la experimentación o iniciación, ritual por el que pasan el 90% de los jóvenes en escolaridad secundaria,  durante dicho ritual, la persona es persuadida a fumar debido a factores sociales y modelos de fumadores exitosos.
Factores como susceptibilidad, bajo nivel educativo, relación con otros fumadores, o falta de atención por parte de los padres, estos últimos factores puedes desembocar en la adicción al tabaco a muy pronta edad. Dos predictores importantes de persistencia son la dependencia a la nicotina y el bajo nivel de educación.
Sólo un tercio o la mitad de las personas que experimentaron con cigarrillos se vuelven fumadoras.


Varios trastornos psiquiátricos como depresión, déficit de atención, ansiedad, bipolares, alcoholismo, drogadicción o esquizofrenia se relacionan con el tabaquismo. Existen algunos mecanismos involucrados.

 La nicotina tiene efectos antidepresivos, y cuando se trata de dejar el cigarrillo los pacientes experimentan síntomas depresivos o tienen recaídas. Puede haber un nexo biológico entre el tabaquismo y los síntomas de esquizofrenia: se ha sugerido que la expresión alterada de un receptor nicotínico en el cerebro sería responsable de los déficit en el procesamiento de información en esta enfermedad. Como se requiere un gran nivel de nicotina para activar dichos receptores, el tabaquismo sería un intento por corregir este déficit en personas con esquizofrenia.





El riesgo de iniciación en el tabaquismo también está influido por factores genéticos y ambientales, pero los primeros contribuyen más al riesgo de persistencia del hábito. Los principales genes involucrados son los que codifican las enzimas del grupo del citocromo P450, que metabolizan la nicotina, y genes que regulan la función de la dopamina.



martes, 11 de noviembre de 2014

TABAQUISMO


En la actualidad la conducta adictiva de fumar cigarrillos ha recibido una gran atención por parte de los Psicólogos.


El tabaco produce dependencia por una de las sustancias que contiene, la nicotina, alcaloide que crea adicción, y que sólo se encuentra en la planta del tabaco. (Becoña, E. 1998).




Introducción

El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares. A pesar de ello, su consumo está muy extendido en el mundo. Varios países disponen de leyes que restringen la publicidad del tabaco, regulan quién puede comprar y consumir productos del tabaco, y dónde se puede fumar.

Las personas inician con su consumo por motivos psicosociales como son, la curiosidad, rebeldía, confianza social y demás, estos factores como los fisiológicos (nicotina) son los responsables directos del mantenimiento de esta conducta.

Muchas personas intentan abandonar el consumo de tabaco debido a problemas de salud, provocadas por el mismo, pero todo tiene un proceso y no es algo fácil dejar su consumo, en el tratamiento o intento por dejar de fumar existen recaídas. El principal síntoma, en los fumadores dependientes, es la necesidad imperiosa o compulsiva de volver a consumir la sustancia para experimentar la recompensa que produce y para evitar el síndrome de abstinencia.

En la actualidad existe consenso que las intervenciones de cesación del tabaquismo deben tener dos componentes: tratamiento psico-social y tratamiento farmacológico. (Bello, 2009).



Tratamiento farmacológico

Existen diversas técnicas para evitar su consumo, por ejemplo, se encuentra la técnica llamada RGINA de Foxx y Brown, la cual se aplica para la reducción gradual de ingestión de nicotina y alquitrán. (Becoña, E. 1998).



En muchas ocasiones los tratamientos se han visto afectados o entorpecidos por la presión de los padres, modelos familiares fumadores, por el contexto en el que se desenvuelven y por los medios de comunicación masiva; los cuales no muestran la realidad de los diversos problemas que causa a la salud.



Definición de Tabaquismo.


El concepto de tabaquismo ha evolucionado desde los años 60 donde se consideraba más un hábito, en los años 70 pasó a ser considerado como dependencia, a mediados de los 80 fue enunciado como adicción.

Actualmente, el tabaquismo, es una enfermedad crónica sistémica que pertenece al grupo de las adicciones, clasificada como trastorno mental en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV) y en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la OMS, con criterios diagnósticos similares. (Bello, 2009).

La persona que fuma adquiere una dependencia física y mental por la nicotina. Esta última, más allá del efecto adictivo, ayuda a aliviar los síntomas de la ansiedad y de igual manera tiene una utilidad como antidepresivo.