sábado, 15 de noviembre de 2014

EPIDEMIOLOGIA DEL TABAQUISMO

En el mundo existen más de 1250 millones de fumadores (2010), lo que representa aproximadamente un tercio de la población mayor de 15 años. Por sexos el 47 % de los hombres y un 11 % de las mujeres en este rango de edad consumen una media de 14 cigarrillos por día, lo que supone un total de 5827 billones de cigarrillos al año. El 74 % de todos los cigarrillos se consumen en países de bajo-medio nivel de ingresos (Banco Mundial) (hay que tener en cuenta que la mayor parte de la población mundial vive en países de bajo-medio nivel de ingresos). Tanto para hombres como para mujeres, el segmento de edad en la que fuma mayor proporción es el comprendido entre 30 y 49 años.

Las mayores prevalencias mundiales se encuentran en Vietnam, Chile, parte de África y República Dominicana en hombres (73, 68 y 66 %, respectivamente), mientras que Dinamarca y Noruega la presentan en la población femenina (37 y 36 % respectivamente).[cita requerida] Por su elevado volumen poblacional, China, India y la Rusia son las que agrupan la mayor parte de fumadores del mundo.
En la Unión Europea existe una reducción progresiva del consumo, se mantiene la mayor prevalencia en hombres que en mujeres, excepto en Suecia, donde el consumo es algo mayor en mujeres (22 % hombres, 24 % mujeres). La mayor proporción de fumadores se encuentra en los países mediterráneos.[cita requerida] La prevalencia en España a todas las edades (2003) es del 36 % de la población.


En México se estima que mueren diariamente entre 123 y 165 personas debido a haber consumido tabaco, lo que convierte a esta adicción en un grave problema de salud pública. Además de la magnitud de la epidemia deben agregarse los costos elevados consecutivos al consumo de tabaco, en particular en países en vías de desarrollo. Estos costos incluyen los de la atención de las enfermedades secundarias al tabaquismo, la muerte en edades productivas y la disminución de la productividad en los enfermos, entre otros. Sin embargo, el panorama es aún más sombrío al considerar la relación estrecha entre el tabaquismo y la pobreza, ya que de acuerdo con la OMS, las familias de escasos recursos ocupan hasta 10% del gasto familiar para adquirir tabaco, lo que a su vez modifica la dinámica familiar al disponer de menores recursos para la alimentación, la educación y la atención a la salud.


ESTRATEGIAS Y PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN




“Cuanto más temprano se adquiere el hábito más difícil es luego el abandono de los cigarrillos” (Ahston y Stepney, (1982), en Becoña E.(1998) p.2).

Debido a que cada vez es más joven la comunidad fumadora debe existir un gran interés en fomentar programas de prevención en diferentes espacios públicos como en escuelas, presidencias (dirigido a toda la comunidad), para esto es necesario realizar campañas en medios masivos.
“quienes empiezan a fumar a edades tempranas, tienden a hacerse fumadores severos. Además, el inicio temprano del consumo de tabaco, principalmente antes de los 13 años, incrementa significativamente las probabilidades de consumir otras drogas como la mariguana, los inhalables o la cocaína.” (Calleja N., p.2)

Sin embargo la aplicación de estos programas de prevención hasta la fecha no han tenido el resultado deseado por lo que debemos poner más énfasis en los tratamientos aplicados a fumadores, actualmente hay programas también para la prevención de la recaida y para buscar variables predictivas que aseguren el éxito del tratamiento. 

Generalmente las personas que quieren dejar de fumar lo hacen por problemas de salud o por cuestiones económicas. Las estrategias para dejar de fumar han aumentado desde el 2001. TSN (Terapia de Sustitución de la Nicotina) es la estrategia principal para dejar de fumar aunque existe gran variedad, la autoayuda, por ejemplo, es una alternativa de bajo costo pero con poco índice de efectividad.

 Basándonos en anécdotas, gran porcentaje de fumadores ha tenido cuadros depresivos antes de comenzar a fumar, por ende al dejarlo existe la posibilida

d de recaer en estos cuadros, sabemos que los antidepresivos también pueden jugar un papel importante en estas intervenciones, aunque siempre debemos tener en cuenta los importantes efectos secundarios. La terapia individual al ser una intervención comportamental, tiene resultados favorecedores. Terapia grupal es una buena opción ya que es un factor social, pero depende el grupo al que se le aplique y que otros tratamientos lo apoyarán. Existen también los chicles y parches de nicotina (TSN), estos se aplican en diferentes cantidades y algunas ocasiones no logran su objetivo. En pacientes hospitalizados, prequirúrgicos y/o con enfermedad coronaria hay un mayor grado de eficacia en la aplicación de los tratamientos. Existen también tratamientos alternativos como la acupuntura en china, estos se consideran obsoletos para la generalidad.

La RGINA (Reducción Gradual de Ingestión de Nicotina y Alquitrán) consiste en reducir la cantidad de nicotina y alquitrán gradualmente, esto cambiando la marca de los cigarrillos fumados.
En todos los tratamientos tienen tanta importancia los factores de dependencia farmacológica como los de conductual y las creencias sociales al momento de aplicar un tratamiento pueden funcionar como ayuda o como un obstáculo. En algunos casos es conveniente apoyarse de dos personas cercanas al paciente para que lo motive y para llevar una bitácora conjunta a la del paciente. En promedio un tratamiento rápido y eficaz tarda 8 semanas en llevarse a cabo, sin duda al llegar a la abstinencia de tabaco, hay que dar seguimiento al paciente por aproximadamente un año.